Jerónimo nació en cuna de oro. Era el heredero de un duque local en el viejo imperio. Incluso después del colapso del viejo mundo, mantuvo un estilo de vestimenta, un decoro y un estilo de habla propios de un noble. A muchas personas les genera rechazo su estilo, pero nadie puede negar que Jerónimo aporta mucho a la Alianza del Amanecer. – Es un espadachín extremadamente capaz. La técnica de Jerónimo es la encarnación de la ciencia y el arte del manejo de la espada. Lamentablemente, la complejidad de su técnica impidió a los otros soldados aprender de él. – Jerónimo también es uno de los mejores comandantes de la Alianza del Amanecer, gracias a su educación en la Academia Militar Imperial.

La anterior vida de Jerónimo en la clase alta lo llevó a tener gustos caros. Estos gustos son imposibles de mantener incluso para un espadachín consumado como él. En consecuencia, ha acumulado una enorme cantidad de deudas, que lo obligaron a tener que trabajar como «comandante por contrato» para los Mercenarios Faetón. También se convirtió en su maestro de duelos y entrenador.\nEn sus años con los Faetón ha participado en varios enfrentamientos contra la Alianza del Amanecer, algo que algunos miembros de la alianza, como Bahiti, aún no logran dejar atrás.

La crianza y educación de Jerónimo lo convirtieron en un modelo de caballerosidad. Odiaba las técnicas turbias de los líderes Faetón, por lo que su partida fue inevitable. – La venganza de Faetón llegó más rápido que la renuncia de Jerónimo. En un combate contra bandidos, Jerónimo se vio superado en número y los refuerzos prometidos por Faetón nunca llegaron. Envió en cambio una solicitud urgente de ayuda a la Alianza del Amanecer. A partir de ese momento, a la Alianza no le costó demasiado convencer a Jerónimo de unirse a ellos.

Fuera del campo de batalla, Jerónimo se considera un poeta, y la mayoría de sus creaciones son poemas de amor. Cuando compartieron misiones, las habilidades de combate de Cloris junto con su supuesta sangre azul lograron atraer al corazón de Jerónimo. Sin embargo, la respuesta de Cloris a los reiterados avances de Jerónimo fue demoledora: «De todas las cosas torpes, estúpidas y ridículas que haces y dices, Jerónimo, tus poemas de amor sin duda son lo peor».

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