Conoce a Héctor, estrella de la arena, campeón indiscutible del valiente nuevo mundo del combate de gladiadores en la era posterior a la Gran Helada. He aquí un hombre cuya búsqueda de oponentes dignos, y sus derrotas, aportan mucho a su sentido del honor y autoestima. – El enfoque de la batalla de Héctor tiende a ser similar a una tormenta furiosa o un tornado opresor, diseñado para dejar a los enemigos sin tiempo de respirar antes de ser aplastados. Sin embargo, no debe malinterpretarse a Héctor como un bruto. Por el contrario, es reconocido en la arena por su gran comprensión de los estilos de lucha mixtos y la guerra psicológica. – Los combatientes como Héctor han tenido cada vez más oportunidades en los últimos años con nuevas arenas que premian a los luchadores por sus habilidades competitivas, particularmente con el nacimiento de muchas ciudades prósperas. Estas oportunidades han sido tremendamente emocionantes para Héctor, en especial, la idea de enfrentarse a adversarios más desafiantes.
Héctor nació en un pequeño pueblo empobrecido que no contaba con la protección de siquiera un único Calefactor. Eran tiempos duros y, lamentablemente, el alimento escaseaba. Cuando no era más que un niño, Héctor fue abandonado a su suerte en las áreas silvestres. Fue una sombría lección acerca de las consecuencias de la fragilidad. – La primera a la que se enfrentó Héctor llegó en forma de un lobo hambriento que se había separado de su manada. Guiados por sus instintos, ambos se trenzaron en lucha, ¡y Héctor ganó! El extraordinario triunfo llamó la atención de un Jefe que pasaba por allí, llamado Garald. Garald quedó tan impresionado con las habilidades del niño que decidió tomar a Héctor bajo su tutela.
El Jefe Garald era un leal miembro de la Alianza Rompehielos, una asociación que daba gran importancia al desarrollo de las habilidades marciales. Fue así que a nadie sorprendió que comenzara a entrenar a Héctor en las artes de los gladiadores, con la intención de eventualmente patrocinarlo en la arena. Esto, sumado a las habilidades naturales de Héctor, lo convirtió rápidamente en el más fuerte de los formidables guerreros de Garald. Al igual que Garald, Héctor se abrazó al culto al militarismo y la fuerza. A diferencia de la fuerte ciudad de Garald, el pueblo natal de Héctor ya había sucumbido al hielo y a la nieve hacía mucho tiempo. – La fuerza, habilidades y talentos excepcionales de Héctor le cosecharon un enorme prestigio en la arena. Si Héctor temía a algo, era a la memoria de su juventud vulnerable perturbadoras posibilidades. Héctor comenzó a creer que todas las dificultades que se enfrentan en la vida pueden atribuirse a la debilidad: ya sea a la propia, o a la de otros.
Héctor creía que la debilidad distorsionaba el corazón y la vulnerabilidad impulsaba a las personas a hacer lo indecible. Y Héctor también desarrolló un profundo desprecio por quienes no compartían su ideología hasta que un desastre lo forzó a considerar una posición más matizada. – Héctor estaba de visita en una arena cuando una enorme tormenta de nieve se precipitó súbitamente. Héctor logró sobrevivir, y posteriormente presenció como otros supervivientes, la mayoría de quienes consideraba débiles e incompetentes, se unieron para rescatar a muchos otros, incluyendo a los propios colegas de Héctor. A pesar de que cada uno era débil individualmente, el pueblo se había unido para formar una poderosa fuerza de rescate. – El incidente lo hizo reflexionar. Héctor había comenzado a reevaluar el verdadero significado de la fuerza.