Gatot es un valiente guerrero así como un destacado comandante. Llegó de una tierra lejana junto a un escuadrón de élite, aparentemente en busca de algo en la tundra.
Es muy poco lo que se sabe del pasado de Gatot. Ante el desconocimiento sobre su postura, muchos jefes de la tundra prefieren mantenerlo a una prudencial distancia. Por algún motivo, Gatot y sus seguidores se muestran muy hostiles hacia Faetón. Siguiendo el principio de que «el enemigo de mi enemigo es mi amigo», la Alianza Amanecer tiene grandes esperanzas en Gatot. Quizás Gatot no esté interesado en unirse a la alianza, pero sí se siente impactado por la valentía demostrada por sus guerreros en las batallas contra el Faetón.
La primera cooperación entre la Alianza Amanecer y Gatot tuvo lugar cuando la primera se encontraba en una situación precaria.
En ese momento, el Faetón había lanzado un ataque contra el campamento donde vivían los principales líderes de la alianza, luego de haber interceptado comunicaciones cruciales. El campamento estaba en grandes aprietos bajo el incesante fuego del Cañón Helios y la veloz embestida de Zenobia.
En un momento crítico, Gatot se unió a la batalla. La inesperada presencia de su escuadrón en los flancos derrumbó la formación de Faetón. Durante una batalla de uno a uno, Gatot apuñaló con éxito al arrogante Zenobia, lo que dio a Logan una oportunidad de liberarse. Logan logró alcanzar por sí mismo la cima de un risco y destruyó el cañón. Al final, las dos fuerzas formidables trabajaron unidas para rechazar el ataque del Faetón.
A pesar de declinar la oportunidad de unirse a la Alianza Amanecer, Gatot no ocultó su admiración por Logan y su deseo de reclutarlo como general de su escuadrón.
Gatot es en realidad el rey de una tierra remota y exótica. - De adolescente, ascendió al trono cuando su reino era azotado tanto por conflictos internos como por amenazas externas. En unos pocos años, logró estabilizar su precario gobierno y aplacar las rebeliones, para así restaurar la unidad en su conflictivo reino. Sus súbditos comenzaron a considerarlo un héroe luego de que lograra repeler los formidables enemigos contra todo pronóstico.
Mediante sus persistentes esfuerzos de expansión territorial, su reino prosperó como nunca antes. En solo diez años en el trono, ya se había convertido en uno de los reyes más importantes del reino. Sin embargo, los buenos tiempos no duraron mucho. Debido a un incidente, Gatot se vio obligado a confiar su reino a un tercero para embarcarse en un viaje que lo llevaría lejos de su tierra natal...
Antiguamente el palacio de Gatot escondía un invaluable tesoro: un particular libro que predecía el destino del mundo, pero que se resistía a ser descifrado.
Algunos años antes, una emisaria del Faetón visitó su palacio. Considerando que la emisaria era conocedora de los idiomas antiguos, Gatot la invitó a develar los secretos contenidos en el libro. Sin embargo, lejos de develar el misterio, la misteriosa emisaria desapareció junto con el libro.
Gatot culpó a su propia negligencia por la pérdida del libro. Como rey, se sentía obligado a tomar en sus propias manos la responsabilidad de recuperar este tesoro nacional. Antes de partir en su expedición junto con su legión de mayor confianza, juró frente a sus súbditos no regresar hasta no haber recuperado el libro de las manos de Faetón.