As de la Arena, campeón invicto durante muchos años y ganador de numerosas copas y trofeos, el futuro de Holgar solía verse muy brillante. Una combinación de negligencia profesional, reglas laxas y astucia malvada arruinaron ese futuro trágicamente.
Ninguno de los oficiales se percató de la daga envenenada que le clavó Conrad entre las costillas mientras ambos luchaban en el suelo. ¿Fue contra las reglas de la Arena? Definitivamente. ¿Logró poner fin a la racha de campeonatos de Holger? Sí. ¿Impidió que Conrad ganara la copa? Para nada. Conrad regresó a la competencia por el trofeo unos pocos meses después mientras Holger tuvo que descansar en su cama durante un largo proceso de recuperación que le podría llevar años. El tiempo transcurrió. Los trofeos de Holger comenzar a oxidarse. La gente comenzó a olvidar sus hazañas.
Holger ya nunca volverá a ser campeón en la Arena, pero aún está descubriendo todo lo que tiene para enseñar.

¿Qué debe hacer una As de la Arena después de perder su corona? A Holger le costó aceptar que quizás nunca se recuperara de sus lesiones. Su vida se volvió tranquila. Tranquila, pero, quizás algo... superflua. El fuego de la pasión de Holger se estaba extinguiendo hasta que le llegó la noticia: su viejo enemigo Conrad también se había retirado de la Arena para pasar a ser entrenador. Holger casi le agradece a Conrad por darle la inspiración que necesitaba para su nuevo emprendimiento, si no hubiera estado aún tan lleno de rabia.
Conrad reveló en una entrevista que no sentía otra cosa más que desprecio por el viejo Holger y no mencionó el pequeño regalo que introdujo en las costillas de Holger en su último combate. Holder no podía creer lo que veía. Tanta falta de honor en una persona... Sin embargo, Conrad aún era un campeón a los ojos de la gente. Mejor que derrotar a Conrad físicamente sería derrotarlo en la arena del honor. Holger le ganaría a Conrad en su propio juego: el arte de formar y entrenar.

La era dorada de Holger como campeón quizás sea ya un recuerdo lejano, pero su influencia perdura de mil maneras: desde las estrategias que hoy prefieren los luchadores de la Arena, hasta las formaciones, armas y tácticas de combate modernas. Sin embargo, esa misma creatividad que lo hizo legendario hace difícil su labor como entrenador. El veterano campeón solo ha logrado atraer a un puñado de aspirantes mediocres, sin habilidades demostradas. Decir que incluso para Holger será difícil forjar campeones con esta ""chusma""... sería quedarse corto.

Holger ha intentado conseguir mejores estudiantes, que valoren más las artes del combate. Sus viejos amigos de la Arena no pueden ayudarle. Se rehúsan a enviarle sus alumnos más prometedores.
El lado oscuro e iracundo de Holger es bien conocido en su sector. Aunque fuera un luchador soberbiamente dotado, Holger nunca puede ganarle a su mayor enemigo: él mismo. Saber cuándo retirarse puede ser la mitad de la batalla. La incapacidad de Holger para rechazar un desafío fue lo que Conrad aprovechó en su enfrentamiento final. Holger podría haber descansado, se podría haber recuperado y regresado la temporada siguiente. Pero, al seguir luchando a pesar de recibir golpe tras golpe, Holger destruyó su salud y su carrera. ¿Un Holger incapaz de resistir el camino de la ira podría merecer a los mejores estudiantes de la Arena?
Pero Holger está ávido de ponerse a prueba, especialmente al ver el anuncio de la nueva Copa Rompehielos. Los verdaderos amigos se conocen en la necesidad. Por suerte para Holger, un Gobernador valiente podría estar dispuesto a extender una mano amiga en este momento crucial.