La caravana errante captura la atención de todos allí donde va. La capacidad de Mia para adivinar el futuro deslumbra a los adultos y Renée la payasa hace las delicias de los niños con sus malabares y trucos mágicos. Renée también prefiere pasar su tiempo con los niños.
A pesar de que Renée tiene una mente demasiado dispersa como para que los demás logren seguir su tren de pensamiento, tiene una personalidad increíblemente amistosa y no le cuesta nada hacer que los demás abran su corazón frente a ella. Además, sus actuaciones también parecen tener una magia que puede curar el alma y devolver la alegría a las almas turbadas y heridas.
Sin embargo, como el resto de los miembros de la caravana, Renée tiene sus propios secretos. Nadie conoce lo que se esconde detrás de esa máscara cubierta de pinturas.
Una vez, la caravana de Mia fue atacada por un grupo de bandidos, pero después de ver el rostro de Renée lloraron y huyeron gritando. Debido a esto se esparcieron todo tipo de rumores sobre el rostro de Renée.
Algunos curiosos se escabulleron dentro de la carpa armada por la caravana para echar un vistazo al aterrador rostro de Renée, pero no encontraron a nadie. Dieron la vuelta y se aprestaban a escapar cuando se toparon con Renée, quien estaba regresando. Sorprendidos, los intrusos cayeron al suelo aterrados, mirando entre sus dedos al rostro horripilante de Renée que... no era horripilante en absoluto, sino amable y amistoso. Y tampoco fueron castigados por sus imprudentes acciones.
No había sido un rostro horripilante lo que había hecho huir a esos bandidos, sino una poción que Renée usa para luchar y defenderse, la misma, llamada «Molde de Sueños», hace que la víctima caiga dentro de una pesadilla.
Renée tiene un poco de inmunidad a estas sustancias debido a su explosión de largo plazo a Cristales de fuego inestables como víctima de un experimento maligno en el que su mente resultó dañada. Como dijo Philly, «después de todo, es imposible hacer perder la cabeza a alguien que ya está loco».
Renée no tiene pena por su estado, ya que ve el mundo como un reino de cuentos de hadas lleno de arcoíris y exuberante naturaleza verde. Sus compañeros son animales y elfos, y quienes tienen malas intenciones son transformados en criaturas mágicas malignas. Renée cree estar en una tierra maravillosa luchando contras malvados monstruos que quieren alterar la paz.
Hace mucho tiempo, Renée residía en la ciudad perdida de Arcadia. Como investigadora, trabajó para intentar encontrar una forma de comunicarse con la voluntad del mundo mediante el uso de Cristales de fuego, y para descubrir la verdad acerca de por qué el mundo ha cambiado.
Renée fue capturada cuando Faetón saqueó Arcadia y fue obligada a conectarse de forma forzada con la voluntad del mundo a pesar de que sus investigaciones aún no habían sido perfeccionadas. Su propia voluntad fue víctima de un horrible asalto que la destruyó en el proceso de entrar en contacto con una gran cantidad de Cristales de fuego inestables, momento en el que su mente se quebró por completo. Al perder su último atisbo de cordura, surgió de ella una explosión de fuerza inimaginable y se liberó de las garras de Faetón.
Fue la única persona que aún seguía con vida en el enorme laboratorio cuando otros la encontraron. Desde ese momento, «el mundo que ve» incluye el derretimiento del hielo y la nieve.