Jessie siempre logra inspirar a todos quienes la rodean, pero esta no es su habilidad más importante. Es una excelente Maquinista, probablemente una de las mejores que haya.
Jessie es la responsable de inventos recientes: calentadores de ducha compactos, cintas transportadoras automáticas para los campos de hierro y carbón y motosierras a vapor. Todos estos ayudaron a mejorar la productividad y la calidad de vida. Otros inventos de Jessie incluyen varios juguetes y chucherías para niños, menos prácticos pero adorados por las familias. «Aunque vivamos en el fin del mundo deberíamos divertirnos», es lo que siempre dice.
Además, no menos importantes son sus desarrollos en armamento, que mejoraron sustancialmente la seguridad de la Colonia.
«Nunca hubiera esperado que alguien como Jessie portara un fusil tan pesado». No hay que confundir un talante amable por debilidad, y Jessie es conocida por su lado mucho más agresivo a la hora de defender a sus compañeros supervivientes. Se ha ganado el apodo «la maquinista artillera» después de ayudar a repeler un asalto de bandidos con uno de sus nuevos inventos. Los bandidos se desparramaron abatidos por una lluvia de balas, mientras sus compañeros defensores miraban a Jessie con renovada admiración en sus ojos.
A pesar de que Jessie siempre está sonriente, también tiene sus propias heridas. Su optimismo es más un mecanismo de defensa que una alegría genuina. Jessie podrá intentar reprimir sus recuerdos, pero hay momentos en que el pasado invade sus pensamientos.
Jessie solía vivir en Arcadia, la joya de la corona de las Colonias, y una verdadera utopía del mundo posterior a la Gran Helada. El Gobernador de la Colonia (un antiguo ingeniero) se había dado cuenta tempranamente de que la llegada del invierno representaba una enorme amenaza para la supervivencia, por lo que tomó todas las precauciones metódicas, tecnológicas y sociológicas para asegurarse de que su oasis pudiera resistir a largo plazo. Lamentablemente, los años de prosperidad no pudieron compensar la falta de poder militar.
Arcadia no pudo mantenerse aislada del fuego de la guerra. La Colonia fue arrasada en un solo día por una banda de invasores bien organizados. Jessie y los otros supervivientes tuvieron que huir para salvar sus vidas. Después de ese episodio, Jessie cambió radicalmente su opinión sobre las armas de fuego: son necesarias para alcanzar las «esperanzas de un mundo mejor».