Desde la perspectiva de Greg, el mundo congelado es como un bosque lleno de peligros. Solo el ambiente más hostil puede deshumanizarte y sacar a luz tu lado más perverso al máximo. «Por eso es que necesitamos orden», dijo. – Greg intenta restaurar el orden del mundo con racionalidad y normas, y está dedicado a mantener el respeto por la ley. Como juez, es imparcial y dedicado a su trabajo, pero esto causa que a menudo otros lo saboteen. Su vida ha corrido peligro más de una vez, pero él nunca flaquea. Por el contrario, a partir de varias situaciones de vida o muerte que ha atravesado, se ha vuelto más determinado que nunca. – Esta es su advertencia para los forajidos: Un día, todos serán sancionados por el Decreto.

A pesar de que Solaris ha caído, Greg sigue defendiendo la ley como siempre. – Entiende que parte de las viejas normas están desactualizadas, considerando que el Decreto protege los derechos de los aristócratas, que desaparecieron hace ya mucho tiempo. Sin embargo, no hay mejores opciones por el momento. Quizás algún día Greg acepte la sugerencia de la Alianza del Amanecer y les ayude a crear un nuevo Decreto.

Greg tiene una ideología muy distinta a la del justiciero Flint. Greg cree que el deseo de venganza no es motivo suficiente para saltarse los juicios y procedimientos judiciales correspondientes. Flint, por su parte, prefiere simplemente quemar hasta reducir a cenizas a Faetón y a todos los deplorables maleantes. El instinto justiciero de Flint y sus numerosas violaciones de la ley de la Colonia lo han llevado a ganarse una orden de arresto de Greg.

La historia de Serguéi es lo único que alguna vez hiciera a Greg cuestionarse su propio compromiso con la más estricta jurisprudencia. ¿Serguéi merecía realmente la pena capital por desobedecer a sus superiores con el propósito de proteger una Colonia? Greg admitió que, si hubiera sido el juez de ese caso, no sabe si hubiera dictaminado esa sentencia.

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