El viejo reino aún seguía en pie durante la juventud de Rufus. En esos tiempos, los aristócratas vivían vidas extravagantes, mientras que la gente común sufría de hambre y frío. Frente a tal injusticia, algunos optaron por soportar el sufrimiento mientras que otros se rebelaron. Rufus estuvo en el segundo grupo.
Después de la caída del viejo reino, Rufus se convirtió en el líder de un grupo de mercenarios. A pesar de haber sufrido la opresión, su fuerte sentido de la justicia le impidió tratar a los demás con violencia, a diferencia de algunos de sus compañeros. Fue esta cualidad la que atrajo a honorables guerreros como Gina, quienes eligieron unirse a él como sus seguidores.
Lamentablemente, el viaje de Rufus terminó un día abruptamente. Después de recibir una misión secreta, partió con un equipo de expedición y nunca volvieron a verle.
Rufus fue encargado de escoltar a su cliente a través de un remoto valle hacia una región subterránea. Según lo explicó el misterioso cliente, el resultado de este viaje determinaría el destino del mundo entero.
A pesar de los minuciosos preparativos, el viaje fue más peligroso de lo anticipado por Rufus. La niebla que cubría el valle parecía afectar su mente y causar a los expedicionarios alucinaciones, la pérdida del sentido del paso del tiempo y distorsiones de la memoria. Uno a uno fueron quedando rezagados y desaparecieron...
Para cuando Rufus finalmente logró llegar a la estrecha fisura que permitía entrar al mundo subterráneo, él y su cliente eran los últimos que permanecían en pie.
Debajo de la superficie encontraron un mundo totalmente nuevo.
Después de atravesar una enorme selva de hongos gigantes, vadear ríos sinuosos y evadir la persecución de los habitantes del mundo subterráneo, llegaron a su destino: una reliquia aparentemente común. El cliente explicó que se trataba de una máquina creada por una antigua civilización, capaz de despertar al planeta entero.
Rufus creyó que su cliente había perdido la razón, pero después de todas las dificultades que atravesaron para llegar a este lugar, igual dio su máximo esfuerzo para ayudar a activar la reliquia. Una vez completados todos los pasos necesarios, la reliquia cobró vida y algo pareció despertarse. Mientras Rufus miraba fijamente a esta «presencia» a través del portón de piedra abierto, tanto él como su cliente fueron envueltos por una luz deslumbrante...
Dentro de la luz, Rufus fue testigo del nacimiento, ascenso y caída de civilizaciones en un ciclo sin fin... como si estuviera soñando. Cuando finalmente despertó, no tenía idea de cuánto tiempo había pasado. No encontraba a su cliente por ninguna parte y la reliquia estaba más deteriorada. Los recuerdos de su experiencia dentro de la luz comenzaron a desvanecerse y, al irse de allí, no le quedaban más que misterios sin respuesta.
La fisura en la superficie había desaparecido y Rufus se vio obligado a quedarse a vivir en el poblado subterráneo, donde su valentía le ganó el respeto de sus habitantes. Pasaron años antes de que otro equipo de expedicionarios lo encontrara y lo llevara de regreso a la superficie. Todo le resultó poco familiar, pero se consoló con ver que las Águilas prosperaban bajo el liderazgo de Gina.